Cordones y Barro. Francia, la historia del quince del Gallo.

Cordones y Barro

La eterna dualidad entre el norte y el sur,

Admisiones, expulsiones y la pugna entre profesionales y el «Rugby Champagne».

 

 

Nuestro compañero Enrique Ravello nos presenta el segundo artículo sobre el rugby en los países que componen el VI Naciones. Francia tiene en el rugby la misma  polaridad que en su sociedad. Una historia con muchos altibajos capaces de hacer lo más grande y rehacerse generación tras generación con los tiempos que corrían.

 

Llamados “Les Bleues” –los azules- por el color de su camiseta, también es conocida como “El XV del gallo” por su escudo: el gallo, un símbolo de su pasado galo, un pueblo similar a los celtas británicos y que posiblemente también jugarían a algo parecido a lo que dio origen posteriormente al rugby.

 Originalmente el rugby fue introducido por británicos instalados en Francia en el último tercio del siglo XIX. En 1870, F.F. Langstaff fundó Le Havre Club, en este importante puerto francés, mientras que profesionalmente se dedicada a dirigir la construcción del ferrocarril en el norte de Francia; por su parte el Bourdeaux Athletic Club fue fundado por comerciantes de telas y de vinos ingleses en 1877. Aunque contrariamente a lo que se piensa, Francia no fue el primer país continental en practicar este deporte, sino que lo fueron Alemania y Holanda.

Si hay un acontecimiento histórico y un personaje que expliquen la difusión en Francia del deporte oval, éstos son: la derrota francesa en la guerra franco-prusiana (1871) y la figura del barón de Coubertain, quien también ha pasado a la historia como el padre del Olimpismo moderno. Fue precisamente esta derrota la que llevó a varios nobles franceses ligados a la casta militar a promocionar el rugby como un deporte que “endureciera” a su juventud y la mantuviese preparada para la guerra, entre ellos destacaba el barón de Coubertain,  un anglófilo que veía en el Reino Unido la gran potencia mundial y su Imperio algo a imitar, más  por una Francia “derrotada y humillada” por Alemania.  En su segunda visita a Inglaterra Coubertain visitó la el Colegio de Rugby, quedando entusiasmado por ese deporte, por su capacidad de crear una juventud fuerte, valiente y llena de valores.  A su regreso, se empeñó en introducirlo en Francia, especialmente en su  sistema educativo, donde –al igual que lo había sido en Inglaterra- se convirtió en el deportes de los más prestigiosos lycées franceses. Fueron precisamente los alumnos del liceo Conndorcet y Monge, los que fundaron en 1882 el Racing de París, equipo que jugó en 1892 la primera final del campeonato francés de rugby contra el Stade Française, con una ajustada victoria final para el Racing de París

Aunque la primera final del rugby francés fue entre dos equipos parisinos, la influencia del Bourdeux comenzó a notarse en todo el Mediodía francés, donde el rugby fue asimilado a deportes locales de larga tradición como el soulé, y comenzando así a ser practicado masivamente. Era algo menos “aristocrático” socialmente que en  París, L´Ovalité –como se llama en francés a la zona de fuerte presencia rugbística- llegó hasta las tierras catalanas, donde en 1902 se fundó el famoso USAP (Union Sportive Arlequins Perpignanais), y a tierras vascas donde en 1913 nació el Biarritz Olympique Pays Basque.  La polaridad norte-sur que ha caracterizado a la historia del rugby francés hasta nuestros días.

El día de año nuevo de 1906 tuvo lugar el primer partido de la selección, dicho encuentro la enfrentó a la selección de Nueva Zelanda en París. Desde ese momento jugó partidos esporádicos contra las cuatro selecciones británicas hasta que en 1910 fue invitada a jugar el desde ese momento llamado Torneo de las 5 Naciones; desde entonces los equipos de las islas británicas se juegan entre ellos la Triple Corona, en recuerdo al Torneo “Home Nations” anterior a la participación de los galos.

Si los años 20 fueron en los que el rugby francés dio el gran salto y se convirtió en el deporte de “moda” en el país galo, desde finales de esa década, surgió el problema de la profesionalización, lo que llevó a que Francia fuera expulsada de las V Naciones en 1931, y a que surgiese el rugby a trece profesional, los llamados Treizistes tuvieron apoyo político del gobierno del Frente Popular francés, que vio en éstos la versión anti-elitista del rugby, algo que no olvidaron los enemigos políticos del Frente Popular.

En 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial y Francia fue invadida por Alemania, en la llamada Francia libre, se constituyó el gobierno “colaboracionista” de Vichy liderado por el Mariscal Petain, fue precisamente un el Ministro de Juventud y Deporte de este gobierno, Jean Ybarnégaray, quien prohibió radicalmente el profesionalismo en el rugby y declaró ilegal el rugby a XIII, sentencando sobre el mismo “El destino del rugby league es claro. Su vida ha terminado, y simplemente será eliminado del deporte francés”, esa prohibición tuvo efectos inmediatos, y en 1947, en el primer Torneo de las V Naciones después de la Segunda Guerra Mundial, Francia fue readmitida. Hay que señalar que el rugby francés sufrió una gran división  política durante el conflicto bélico –como también pasó en Sudáfrica- si por un lado tenemos esta actuación del gobierno de Vichy, por el otro, dos destacadas figuras del rugby franceses fueron conocidos miembros de las Resistencia, el entrenador del USAP, Gilbert Brutus, que fue fusilado en 1944, y Jacques Chaban-Delmas, jugador que llegó a ser Primer Ministro en 1969 y fue condecorado con la Légion d´honneur por su papel en la Resistencia.

Francia no ganó su primer V Naciones hasta 1954, que lo hizo empatado con Gales, ganándolo en solitario por primera vez en 1959.  En el  68  consiguieron su primer  Gran Slam. El apoyo del gobierno con el rugby daba sus frutos, formando orgullosamente parte de la «Grandeur» francesa. Un mundo convulso  con la guerra de Argelia, Brigitte Bardot, Johnny Halyday y la «gauche divine».

En total Francia ha ganado en 15 ocasiones el V Naciones y en 4 el VI Naciones, siendo su época dorada los años 80, cuando se acuñó el término “rugby champagne” para definir su rugby abierto, alegre, rápido e imaginativo. Tomaron un estilo similar al de inicio de los 60 a partir del cual se convirtió en un rugby más físico. Hombres como Pierre Berbicier (el pequeño Napoleón) un medio de melé que lanzaba las touches, Phillippe Sella o el elegante zaguero Serge Blanco son ejemplos de aquellos jugadores que cambiaron la fuerza por la búsqueda de los grandes espacios . Un  estilo que ahora se echa de menos. Una línea que la completaban  Charvet Denis, Patrice Lagisquet y  Didier Cambérabéro.

Desde la incorporación de Italia al –ahora- Torneo de las VI naciones, el enfrentamiento entre estas dos selecciones premia al vencedor con el Trofeo Guiseppe Garibaldi.

Asimismo y durante la celebración de las primeras ediciones de los Juegos Olímpicos (en los que el deporte oval fue olímpico) la selección logró una medalla de oro (1900) y dos de plata (1924, 1928).

En los Campeonatos Mundiales les bleus han estado siempre dentro de los 8 mejores equipos, incluyendo la actual Copa Mundial de 2015. En seis ocasiones han llegado a Semifinales y en tres ocasiones se han proclamado Sub-campeones del Mundo (1987, 1999, 2011).


La actualidad de Francia en el VI naciones.

Por Sebastián Figueras

 

Uno de nuestros «abejorros franceses» nos brinda un análisis acertado de la realidad de Francia en esta edición del VI Naciones.  En plena evolución del cuadro técnico puede que esta crisis devenga en un juego más alegre. La lucha entre el rugby a XIII, los clubs y la federación están mermando la calidad de un XV que no parte como favorito.

Ocupando la 9a posición en el ranking mundial de la IRB de diciembre 2017 y con un reciente e inesperado cambio de entrendor, el quince galo afronta el torneo de las 6 naciones 2018 en la más absoluta incertidumbre. Sensación que no solo comparten sus acérrimos seguidores sino también los componentes de un equipo que suspendío la fase otoñal de test-matches a domicilio. Sendas derrotas contra los astros que visten de negro seguida de una tercera contra el país del sol naciente. Tres severos varapalos que han dejado graves secuelas y la cabeza de Noves el ahora ex-entrenador de la selección y que tantas alegrías le brindó a su eterno Stade Toulousain. 
Este es el escenario en el que Jacques Brunel, nuevo líder de la formación tricolor, deberá sacar a relucir sus dotes para seleccionar a los mejores jugadores del momento y rearmar a contrarreloj un sólido y compenetrado bloque. Morgan Parra y Brice Dulin, lesionados, pasan el testigo a Baptiste Serin y Hugo Bonneval respectivamente. Aunque con menos numero de selecciones, de ellos se espera la audacia para sorprender a Irlanda en la primera cita del torneo el próximo 3 de febrero en el Stade de France. Sin duda alguna este partido será el que marque para el quince francés su devenir en esta nueva era Brunel, no sólo de cara al inminente torneo europeo sino también a la Copa del Mundo casi a la vuelta de la esquina.

Pero a pesar de todo … Allez les bleus !

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *