Un entrenador suele sufrir mucho cuando su equipo juega, nervios, tranquilidad, expectativas de un año entero… todo esto se junta cuando tu equipo se juega el paso a la final. Pocas veces sientes ese nerviosismo cuando estas dentro del campo, es increíble pero si estas en un autobús de camino a Barcelona esas sensaciones se multiplican ya que de lo único que te enteras es del resultado.
Después de casi un año entrenando a estos chavales, tenía la certeza de que ellos podían llegar si se lo proponían , si entrenaban y se divertían como equipo. Y así ha sido, clasficados para la final después de hacer un año fabuloso , casi impecable.
El sábado nos enfrentabamos, contra el Tatami en el vuelta de la semifinal, victoria apabullante de nuestro equipo. Desde el staff técnico cada día les intentamos transmitir a estos chavales nuestra pasión por el rugby, nuestros deseos de victoria y la amistad tanto con los compañeros como con los adversarios. Según comentarios de los padres, en este día se demostraron las ganas y pasión de todos esos chavales de seguir jugando al rugby y de seguir creciendo.
Este sábado jugamos la final contra el Cau, necesitamos el apoyo de todos para salir campeones y brindar nuestra victoria a este club tan grande como es Les Abelles. La Abeja que llevamos en el pecho nos recuerda la unidad en los peores momentos, en los mejores momentos nos recuerda que lo que fabricamos en el campo es tan dulce como la miel. Esperamos que este sábado la Abeja zumbe de nuevo.
Guillermo Ahuir, entrenador S14.