De nuevo el equipo inclusivo se encontraba jugando en el Pantera, en nuestra casa, después de un par de años de parón por la dichosa pandemia; y lo hizo de la mano de nuestros hermanos de TRI ESPURNA Cullera y de la gran novedad: el RC Valencia inclusivo, que se estrena en la disciplina.
Es un orgullo ver cómo el rugby inclusivo va creciendo y deja clara, más allá de lo meramente deportivo, cuál es nuestra vocación: abrir espacios de convivencia, hacer amigos y divertirnos con ellos jugando a lo que más nos gusta, el rugby.
Los encuentros fueron disputados y los tres equipos salieron al campo con la intención de darlo todo, y así fue. Por parte abejorra había nuevas incorporaciones que no desmerecieron del resto del equipo: no había más que fijarse en sus caras. Todos salieron más que satisfechos del terreno de juego.
El TRI ESPURNA Cullera hizo gala de un juego muy serio, como siempre bien plantado y colocado en el campo, con dos flechas rapidísimas que hacen mucho daño a las defensas rivales. Pero los nuestros estaban preparados: Luis ha estado trabajando mucho con el equipo y se notó. En el encuentro disputado contra el Valencia vimos en el equipo rival algunas caras conocidas y es que algunos de nuestros jugadores dieron vuelta a nuestra camiseta para jugar de blanco y conformar un equipo de 15. La experiencia fue extraordinaria y eso es lo que se vivió toda la tarde.
Vamos aumentando la familia inclusiva con nuevos equipos que nos permitirán jugar un poco más a menudo e ir progresando en nuestro juego. Pero la inclusión no es sólo cosa de unos pocos locos que se juntan para entrenar los lunes por la tarde; todos debemos aportar en la medida de nuestras posibilidades. La inclusión se vive.
Coordinadores Rugby Inclusivo Les Abelles.
Foto: Paco Gozálbez